martes, 14 de diciembre de 2010

Zenteno, ex Gálvez

Zenteno es una de las calles paralelas a San Diego. Pero es una calle curiosa, que no posee continuidad. Es interrumpida en diversas oportunidades. Una de esas interrupciones es el supermercado Tottus, de reciente construcción. La calle se inicia en plena Alameda, específicamente en el ministerio de defensa. De todas formas, antiguamente la calle se llamaba “Capitán Gálvez”. El nombre actual se empezó a usar en los primeros años del gobierno de Pinocho. ¿Pero quien era Zenteno?. Hasta donde he podido informarme, se trata del ministro de guerra que tuvo O’Higgins en sus últimos años. Y como tal, fue el encargado de llevar a cabo la infame guerra contra los mapuches, más conocida como “la pacificación” y que constituyó una de las traiciones de O’higgins: se había comprometido a respetar al pueblo mapuche y a mantener su independencia. Zenteno recibió honores como “matador de indios”, de modo que fue recibido en Santiago como un héroe. Por todo lo anterior, y porque es el lugar donde vivo, quisiera pedir públicamente que la calle vuelva a tener su nombre anterior o que, en definitiva, homenajee a algún prócer como Mendoza Collío o Catrileo. De todas formas, debo indicar que alguien intentó en una época cambiarle el nombre y por años se mantuvo un cartel que decía: Beverly Hills. Al margen de mis meditaciones guerreras, la foto que adjunto se ve muy pacífica, salvo el gato que es feroz.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Alonso Ovalle con Arturo Prat

Reitero. Mirar al cielo puede producirnos toda suerte de sorpresas. Lo recomiendo. Y la foto es una muestra, una especie de Van Gogh del barrio. Uno de los edificios es una extraña y enorme bodega que, parece, alberga mueblerías. Y el otro, ni más ni menos que el instituto nacional. Las minúsculas no son un error. Abajo, en esa esquina, una de las entradas del Mall Chino.

jueves, 28 de octubre de 2010

Verdulería

Recuerdo el caso del vendedor de frutos secos, que tenía un local San Diego, casi llegando a Condor. Además de frutos secos vendía quesos y parece que le iba bastante bien, gracias a lo que podría calificarse como “simpatía sin igual”. Lo vi jactarse de sus aventuras sexuales. Yo por esa época, luego de finiquitar una larga relación, andaba como alma en pena. Por supuesto, su fanfarronería me afectaba. Con el tiempo lo vi decaer. No porque yo lo pidiera, evidentemente. El tipo era muy buen chato y cuando le compraba queso, siempre atendía con un chiste y, además, era muy generoso. Te echaba una yapa o te regalaba una bolsa de aceitunas, cosas así.

Vendía comida para gatos, además. Recuerdo muchos gatos, no sé si todos de él, comiendo de sus enormes sacos. Se notaba feliz de sus gatos, comentaba cosas como “esa de ahí anda preñá del colorin” o “ese no, pura pelea, por eso tiene el ojo malo”, etc.

Insisto con la decadencia, porque la decadencia del sujeto pareció tener un origen sexual, específicamente venéreo. La ultima vez que entré a su local estaba detrás del mostrador, apagado, gris y pareció no reconocerme. La cara la tenía llena de enormes granos. Estaba más flaco. Después lo vi saliendo de un café con piernas. Y de un día para otro, desapareció del sector. Es muy posible que esté muerto. Ahora su local es ocupado por una verdulería, con otros dueños. La foto que adjunto, de todas maneras tiene un gato en primer plano.

martes, 12 de octubre de 2010

Los cielos de San Diego


A veces es posible ver cielos magníficos en lugares tan inesperados como “la ciudad”, en su mismo centro, que es como en el centro de su locura. Allí, semi tapado por edificios es posible contemplar trozos enormes de cielo. Hay que estar atento. Hay que mirar hacia arriba a veces. Como esta foto que adjunto, tomada en las esquinas de Tarapacá con Zenteno, afuera del café con piernas “Venus”, y muy cerca del Normandíe.

viernes, 1 de octubre de 2010

Consultorio 1


En las intersecciones de Nataniel con Copiapó se encuentra el Consultorio 1. Es un lugar lúgubre. No recuerdo haber entrado. Pero al menos una vez a la semana paso por afuera de su puerta: vengo de vuelta de la cancha. Siempre hay carabineros cerca. Es un lugar al que van a caer los heridos del barrio, de los más diversos tipos. Es muy corriente ver jugosos durante el 18. Este 18 justamente me tocó ver a un tipo acuchillado, al que bajaban de un furgón. Afuera eran tres furgones y 4 patrullas. Supongo que los traían del parque O’higgins. La foto que adjunto muestra su aspecto.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Espere su turno


En el barrio San Diego hay bastante graffiti y la derivación natural del graffiti que es la pintura de murales. Alguien dirá que sobreinterpreto la evolución del arte callejero y concedo que es verdad. Pero una cosa es clara: ir por el barrio San Diego es encontrarse con una explosión de colores. Muchas murallas de ven cubiertas de pintura con colores casi siempre chillones y contrastantes, pero siempre con significados ideológicos claros. Me quiero detener en uno de estos murales. Yo lo denomino “conexión tele” y el autor es un tal Mutay. El tal Mutay lo denomina “espere su turno” y agrega un subtítulo que se halla en varios de sus murales: Parte del paisaje. La historia que se desarrolla en el mural es en dos etapas. La primera muestra una fila de hombres repetidos y repetitivos. La segunda muestra la intoxicación y posterior muerte, de los personajes. Para ver los detalles muestro la foto. También hay un video, que puede ver en el siguiente link.
http://www.orno.cl/v_mutay

jueves, 26 de agosto de 2010

Hiroshima



En plaza Almagro existe una piedra que muestra el rostro de una mujer oriental. En la placa que antiguamente había debajo de la piedra se deducía que la mujer era japonesa. ¿Porqué? La leyenda decía mas o menos así “esta piedra fue traída de Hiroshima y es un resto de la bomba atómica”. Por supuesto, esa placa fue borrada. Va quedando la piedra. Uno puede acercar la mano y jugar a sentir la radiación que aún debe quedar. Encuesté a varios y casi ninguno sabía porqué estaba esa piedra. Muestro la foto.

jueves, 12 de agosto de 2010

Los braseros de Lucifer



No estuve mucho en los braseros, pero si puedo anotar algunas aventuras en él (local). Por ejemplo, la primera vez que invité a mi familia a comer fue a ese lugar. Yo creo que porque era el único lugar parrillezco que conocía. Y que además me subuyugaba por los comerciales que daban en radios AM. Una de las cosas que me llamaba la atención era esa especie de diario mural que había afuera de la entrada, donde colocaban los artistas de “talla internacional” que participaban del show. Ochentero total. Olor a fiesta de toque a toque, olorcillo intenso a represión ochentera. No como ahora, que somos terrible libres. Y en ese lugar se hizo el tremendo esfuerzo de pasarlo bien con una familia con poca costumbre de aquello, pero esa es otra historia.

Hubo una oportunidad peor que esa. Una chica de la que estaba bastante enamorado me dio un leve aviso de que estaba en la U católica. Pallá partí como un gilipollas, siguiendo a la mina. Me tuve que mamar una espera y después terminamos almorzando en los braseros. Cuando subimos la escalera, ella le dice a una de las amigas: esta escalera me recuerda algo. Y se rio con malignidad. Claro, la escalera de los braseros parecía escalera de motel. Lo que me hace deducir que la chica de la que estaba muy enamorado (que además tenía pololo), conocía muy bien el aspecto de las escaleras de motel. Me cayó como patada en la guata.

La última vez que entré fue por accidente. Me encontré en la calle con un vecino y ese vecino me invitó a su casa y después fuimos a la mía a pegar unos guitarreos y después la brillante idea: ir a los braseros a comerse una parrillada tipo 3 de la mañana. Éramos como varios y eso era extraño y gracioso porque fue una idea que salió de la nada produciendo rápido contagio a toda la familia de mi vecino. El amigo partió a una de las mesas a convencer a una mina de que bailara con él, cosa que hizo sin ningún problema. Yo lo seguí y traté de lograr lo mismo con la amiga. Pasó el rato terminé mi parte de la parrillada y me retiré del local.

Meses después, lo que ya se sabe: el local quemándose por culpa de un incendio accidental que todos entendieron como absolutamente intencional, lo que se confirma con la información que me dio un taxista: la dueña, con la plata del seguro se construyó otro local en Providencia. El terreno, además, ya está vendido a una inmobiliaria que mantiene su publicidad instalada en el lugar y detrás de esos enormes carteles las retroexcavadoras trabajan a paso firme. Lo único que puedo decir es que en San Diego ya no queda donde comerse una parrillada, salvo, claro Las Tejas, que es un riesgo desde el punto de vista estrictamente culinario. Ya hablaré de eso en otro apunte.

La foto que incluyo es de hace más de un año. Lamentablemente no tengo ninguna foto de cuando Los Braseros de Lucifer estaban en su apogeo. Actualmente hay una enorme pandereta de metal. También tengo video de las retro (excavadoras) destruyendo los hormigones.

martes, 27 de julio de 2010

Los Cités


No conozco los detalles de la solución habitacional “cité” postulada en los años 20. Ya hablaré de eso más adelante. Lo que si puedo asegurar es que Santiago centro está llena de cités. Sobreviven aún en medio de un cierto desconocimiento del resto de la ciudadanía. Ante todo debe indicarse que había diferencias entre los Cités y los conventillos. La diferencia era solo de “nivel” porque, en términos estructurales eran lo mismo: Un pasillo central con casas a los lados. A mí, que he vivido tanto tiempo en ellos, me parece que poseen algo de la matemática fractal, aunque solo hasta un “ene” igual a cuatro.

En fin, adjunto foto de uno que queda a dos cuadras de Alameda, en Nataniel con Tarapacá, al lado de la CONACIN, también conocida como la “discoteque andina”.

viernes, 2 de julio de 2010

Las ferias del barrio

En el barrio de San Diego hay dos ferias o por lo menos son dos las que yo reconozco. Una es la feria entretenida y la otra es la feria fome. Los nombres son bien elegidos supongo. La feria entretenida abarca por lo menos 8 cuadras y la feria fome solo una. La feria entretenida posee harto sector de cachureos y la feria fome ahora ultimo ha agarrado una parte de cachureo en la cuadra siguiente.

La feria entretenida empieza en San Diego con Coquimbo y de ahí sube por Coquimbo hasta más allá de Santa Rosa. La feria fome empieza en Copiapó con Aldunate y termina en Coquimbo con Aldunate.

Pero a pesar de ser ferias entretenidas y fome respectivamente, ambas tienen de todo. La calidad baja en la feria fome, pero hay que estar más o menos atento.

De todas formas no se puede negar que es curioso esto de las ferias. Mucha gente me ha dicho que la desventaja de vivir en el centro es que no se pueden conseguir verduras tan frescas. “Pero se puede ir a la feria”, he respondido yo y ellos no me han creído, de plano, “pero tenís que llegar hasta La Vega, es muy lejos”. Pues no, no es necesario: hay ferias en el centro. Lo que si puedo decir que algunos parlamentarios tuvieron la brillante idea de eliminarlas “porque producía mucha delincuencia”. Menos mal que la cosa no pasó a mayores.

viernes, 18 de junio de 2010

La rueda de los diana

Dentro de los juegos diana se encuentra la rueda. A veces se está arriba y a veces abajo. Pero eso habría que demostrarlo. Yo no me subido nunca. Hacerlo puede ser un atentado a la integridad. Antes de la aventura adjunto una foto del jueguito.

lunes, 7 de junio de 2010

Recabarren y la luz

Algo raro hay con el Recabarren de Plaza Almagro, una especie de maldición fotográfica: me ha sido imposible obtener una foto decente. Y eso que el busto de Recabarren está ubicado en un lugar estratégico y con muy buena luz. Otra cosa que supe hace poco: la escultura-busto es de Samuel Román, premio nacional de arte. Un lujo merecido para el barrio. Quizá el mismo Samuel Román le echó la maldición, para proteger su obra de fotógrafos impertinentes, como yo. Adjunto uno de mis últimos intentos.

miércoles, 2 de junio de 2010

Poblaciones en altura



La modernidad en San Diego ha traído la fuerte contradicción entre lo viejo y lo nuevo. La fuerte lucha entre la creación de poblaciones en altura y la destrucción de un pasado que a su modo fue glorioso. ¿La creación de poblaciones en altura logrará aumentar el público comprador de libros y con eso, subir el nivel de lo solicitado?, no es fácil decirlo. Lo más seguro es que los nuevos habitantes de los edificios estén profundamente interesados en la tele, y nada más, transformando sus edificios en versiones chilensis de la matrix, y como la matrix Hollywoodense terminará por absorberlos. Serán sujetos conectados a diversos aparatos para soportar el hecho extremo de vivir en deptos de 34 metros cuadrados. Los aparatos expanden los metros cuadrados, con la máxima sensación de profundidad. Los libros hacían lo mismo y al menos su consumo requería menos energía. Hasta con una vela se podía (se puede) leer.

Ya saben que en los departamentos se consume gran cantidad de energía en proporcionar placer. Los chinos producen cosas baratas para “entretenerse” o para “pasar el rato”, las que luego irán a dar a los edificios como estos que han aparecido (y seguirán apareciendo) en el barrio San Diego. Adjunto foto.

miércoles, 19 de mayo de 2010

¿Existen buenos restaurantes en San Diego?

Una pregunta de importancia que uno puede hacerse es si, acaso, existen buenos restaurantes en San Diego. Esto, porque antiguamente había algunos importantes y/o notables y de gran tradición. Pero recientemente se han muerto. Me refiero a Los Canallas y a los Braseros de Lucifer que debe reconocerse que poseían buenos menús. Pues bien, todavía quedan algunos restaurantes donde se puede comer bien. Uno que ya va para clásico de San Diego es el Masticón 3. Tiene una gracia importante: abre de lunes a domingo y siempre tiene almuerzos. Son menús variados: cazuela, pollo al jugo, su mechada con arroz, su churrasco con puré, etc. Pero, por supuesto, no van a hallar la culmine de la cocina chilena ni la cúlmine de la cocina internacional. Reitero, es un local que permite almorzar a bajos precios y quizá con un partido de fútbol en alguna de las tres teles que estratégicamente se instalan en el recinto.

Otro que puedo recomendar es “Puerto Camarón”, un localcillo peruano que ofrece toda la variedad de la cocina peruana a precios bastante razonables y, más aun, con toda la “estampa” de la cocina peruana: garzones con uniforme y platos con flores hechos de zanahoria, etc. Uno de los dueños era garzón del “Ají seco” (un célebre restaurant peruano de San Antonio). Antiguamente, el lugar que ocupa Puerto Camarón estaba ocupado por una shopería: el otto mass. Es notable como ese pasillo minúsculo que era el Otto Mass se convirtió en un local amplio y luminoso. También llevan a domicilio, delivery que le llaman.

Para terminar puedo citarles uno que se ubica en Bulnes, ya no en la calle San Diego, pero al menos en el mismo barrio: El Rimbaud. Es un local bastante afrancesado, con esos típicos adornos consistentes en trozos de un cartel de alguna calle francesa o afiches de Toulusse Latrec, etc. Es un local bello de todas formas y con una vista hacia la Moneda y el paseo Bulnes. Lamentablemente no venden platos, puras tablas y miles de combinaciones “para picar”. Lo que si hay mucho son licores de todos los tipos y café. No digamos que su menú te sorprende, tiene lo mínimo esperable, pero la belleza del local suple lo otro.

Recientemente se ha instalado un bailable en San Diego con Cóndor, en la misma esquina de los Braseros y que aún no he visitado. Pero parece que promete. Se anuncian con la frase “peña disco cumbia show”. Palabras vendedoras sin duda.

martes, 4 de mayo de 2010

Carteles Olvidados


El barrio San Diego es una calle abundante en carteles, afiches y publicidades abandonadas. Hay muchos que se han quedando de antiguos locales comerciales. Al retirarse los locatarios sus avisos han quedado abandonados. Hay de iglesias evangélicas, tiendas de ropa, servicios de fotografía, etc. Uno de los más curiosos es el que adjunto, que se haya ubicado en Nataniel con Tarapacá (aprox). Se trata de un antiguo centro naturista, con claras influencias teosóficas. Fíjense en el diseño del símbolo: una estrella de David y al centro una cruz gamada con la misma orientación que usaban los nazis. Da la idea de querer estar en paz con dios y con el diablo. El nombre es sorprendente: Kilimanjaro, que como se sabe es la montaña más alta del África. Y el mensaje: El Naturismo es Vida, Vida larga, vida sana. Nataniel 140. ¿Qué habrá sido de ellos? ¿Qué objetos venderían en su tienda? ¿O se trataba de un servicio? Si alguien tiene el dato, no dude en mandar su mensajillo.

jueves, 29 de abril de 2010

Hombre mirando por balcón

La foto anterior fue obtenida desde la calle Mensia de los Nidos. Aver si descubren de qué casa se trata.

martes, 20 de abril de 2010

Librería Misteriosa


Hace poco se instaló una nueva librería en San Diego. Solo al mirarla, impresionaba. Desde afuera se veía una librería grande y que incluía un pequeño café donde, obviamente, se podía mantener una interesante charla de literatura o antropología de Levi Satrauss o que sé yo cuanta cosa elevada. Cuando se entra, la impresión sigue. La librería es realmente enorme. Con una estructura muy semejante a las grandes librerías que pueden verse en Mendoza o Buenos Aires. Incluye sillones, cada tanto, para entretenerse leyendo. La sección niños incluye sillas de colores, y juegos de orientación literaria, etc. Además, la cafetería ofrece expreso a ¡$ 350!. Todo como de otro planeta, salvo por un pequeño detalle: es una librería evangélica. Y no es que yo les tenga demasiada tirria a los evangélicos, o que niegue su opción de ganarse la vida vendiendo libros. El problema, grave, es que no hay de todo en la librería. Imposible hallar a Kafka o a Borges ni a Cortazar ni semiótica ni a Murakami, etc etc.

Es decir, hay algunos libros interesantes de título curioso, como “las 10 cosas que una esposa debe saber”, incluso hay algunos de sexo o de viaje, pero ya saben todo desde un óptica gloriadió. Olvídense de los grandes de la literatura erótica como Bataille y mucho menos Sade.

En fin, una ilusión óptica. Quizá lo única que se me ocurre es ir a tomársela y usarla como trampolín de una nueva vanguardia, una en que el “gloriadió”sea santo y seña.

lunes, 12 de abril de 2010

Accidentes en San Diego


En San Diego ocurren algunos accidentes de vez en cuando. Accidentes con consecuencias fatales. Por ejemplo, aquel trágico suceso de la pareja de ancianos que perdió la vida en un accidente automovilístico en Santa Rosa con 10 de Julio. Iban apurados, porque en San Diego con 10 de Julio su hijo acaba de tener un accidente automovilístico. Les había llamado, para que lo pasaran a buscar. Los padres salieron a toda velocidad a rescatar a su hijo. Iban en un Mercedes. En Santa rosa con 10 de julio los impactó una 4x4 que no respetó el semáforo. Murieron ambos y el conductor de la 4x4 sin daños de consideración.

O aquellos tres choques que ocurrieron (sin consecuencias fatales) en Eyzaguirre con Nataniel, afuera del Tottus. Ocurrieron en días sucesivos y casi a la misma hora, en invierno. O aquella patrulla que chocó en Nataniel con coquimbo, haciéndose pebre.

Otro accidente ocurrió a finales del año pasado. Por San Diego iba un auto zigzagueando. A la altura de Tarapacá el conductor perdió el control. Murieron tres peatones atropellados en el lugar, murió uno de los que iban en el auto y quedaron como cinco heridos. Adjunto la foto del auto. ¿Será este un barrio donde ocurren muchos accidentes?. ¿O al seleccionar cualquier barrio del “casco antiguo” se obtiene el mismo número de accidentes?. Preguntas misteriosas.

viernes, 26 de marzo de 2010

El temblor en el barrio San Diego


Después del temblor salí a recorrer mi querido barrio. Mi catastro fue: se cayó un buen trozo de la iglesia del “sagrado corazón de maría”, que queda al frente de mi casa. Se cayó una cruz de la iglesia de los sacramentinos y algunos otros trozos de esa misma iglesia. Lo demás: grietas interminables en lugares diversos. Parece que los problemas estaban por dentro. En San Diego mismo, al frente del Mei wa, el mismo sábado aquel estaban sacando sacos de escombros. Un transeúnte le explicaba a su mujer: “Eso” dijo con cara de experto “lo sacaron de adentro y lo dejaron afuera”. La mujer lo miraba con cara de total admiración ante tanta sabiduría. En San Diego con Eleuterio Ramírez me tocó ver una familia peruana que prefirió dormir en la calle. Al frente estaba su depto, de esos deptos en que meten como a tres familias. El quebradero de vidrios era grande. En Bulnes con Tarapacá una cuadrilla trabajaba en echar abajo vidrios rotos. La moneda también tenía sus grietas. La Casa central de la Chile quedó bien damnificada: cornisas cayeron por doquier y hasta el día de hoy el inmueble está inhabitado. Mi conclusión es: el barrio aguantó de lo más bien, al menos por fuera. Nada en comparación con las zonas cercanas al epicentro. Nada en comparación con el barrio Yungay, por nombrar un sector acá en Santiago. Mi casa lo mismo: por fuera impecable, por dentro montones de grietas en medio del adobe. Harto escombro para sacar. La foto muestra una de las cruces que se cayó de la iglesia de los sacramentinos. Parece que el catolicismo fue, lejos, el más afectado en mi barrio.

lunes, 15 de marzo de 2010

El rey del trémolo


Al inicio de San Diego, junto a las paredes del Instituto Nacional, antiguamente se instalaba un músico ciego que cantaba canciones religiosas que glorificaban a dios. Usaba una mandolina como instrumento. A su lado, un extraño equipo emitía la música principal que él acompañaba. Su acompañamiento estaba basado en el trémolo. Algunos amigos míos se burlaban de él y lo consideraban un mal músico. A mí en cambio, me parecía muy aceptable. Escucharlo daba la sensación de estar en un callejuela siciliana. Estuvo desaparecido, pero ya volvió. Ahora toca muchísimo mejor. A veces se pone en Arturo Prat y otras veces en San Diego. Siempre junto al instituto. Y además vende su música.
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