jueves, 26 de noviembre de 2009

Inmigrantes en San Diego

San Diego puede considerarse una calle con migrantes. Dos son los extranjeros de fácil reconocimiento: los chinos y los peruanos. Los Chinos son los que mayor comercio hacen. Pero los peruanos están empezando a poner sus locales, sobre todo con dos restaurantes: El Puerto Camarón y El Rincón Piurano.
El puerto camarón era, antiguamente, el Otto Mass, una shopería donde vendían colaciones y donde se podían ver los partidos. Su dueña era peruana, pero no lo parecía: siempre andaba con un notebook y parecía una gran dama. Los almuerzos eran aceptables y abundantes. Por supuesto, tenía Wurlitzer y la garzona más vieja trataba de seducirlo a uno. Cuando se transformó en puerto camarón (el que hace de dueño era garzón del “Ají seco”, un restaurant peruano más o menos famoso de San Antonio, la calle), el local creció no sé cómo: de alguna extraña manera el espacio era mucho mayor y también la elegancia. Ese peruano invirtió lo que no tenía en dotar su local de un par de puertas de madera nativa que le dan mucho glamour.


El otro local peruano queda en la siguiente cuadra hacia el sur, casi al lado de los juegos Diana y antiguamente era un shopería bastante indecente, sin ninguna tradición y peor ventilación de nombre Kiko Valuzi. Era rarísimo el nombre, parecía un lugar de reunión de la mafia siciliana. Ahora es el nuevo restaurant “El rincón piurano, pero todavía no tengo el gusto de conocer”.


lunes, 23 de noviembre de 2009

Eyzaguirre con San Diego




Esto se ve a un costado de la ex.dicoteque "planet" actual ministerio "el poder de la palabra". No sería malo que el poeta promedio se diera una vuelta por el lugar. Quizá tenga un encuentro con cristojesú y lo transforme en su salvador personal.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Demasiadas cosas una tarde domingo



Afuera pasan cosas raras todos los días y como ignorar situación semejante. Por ejemplo la semana pasada que casi me comen unos perros en medio de la plaza almagro. Por otro lado los neonazis de las Stone-Head que terminaron estando relacionados con los neonazis. Un ejemplo entre muchos.

Por eso lo de hoy podría decirse que se trata de lo más normal del mundo. Salí a tomar el sol y resulta que en medio de las Stone Head había uno que otro personaje no demasiado temible. Me instalé un rato y noté la presencia de fondo dada por una música persistente. Pero no escuchaba la música, solo el bajo, retumbando como si se tratara del fin del mundo. Una pareja que estaba cerca recordó una fiesta que se haría en la calle. Al rato, después de leer algunos artículos del diario, fui tras la fiesta. Se trataba de una Gay Parade en Bulnes lo cual ya sorprende considerando que Bulnes es un lugar bastante milicoide, con armerías, con exmilitares en departamentos, con Isapres para pacos, etc. En Bulnes con la Alameda está el ministerio de defensa. La cosa estaba que ardía. Dos escenarios y un par de módulos bien altos como para subirse a bailar. En uno de los escenarios unos travestis gigantes bailaban con una mina. En otro de los escenario un compadre disfrazado de fauno, semidesnudo, casi en pelotas, bailaba con una mina, o travesti, no supe bien. En los otros escenarios eran escenas semejantes, con mucha lésbica en el público, harto gay cuático y harto travesti maquillado. “Deben estar todos los mecánicos de 10 de Julio”, pensé para burlarme. Güeones atracando. Gente que me pareció conocida, excompañeros de la U, en la fiesta, disfrazados, o por lo menos producidos.

Me instalé leer más artículos del diario. Los pacos estaban justo al lado mío. Disfrutaban mucho el espectáculo. Se reían, se pegaban codazos, en el fondo les gustaba. Capaz que eran reintegrados.

Me aburrí y me fui. Pensé que podía ir a buscar la cámara de video y filmar todo, pero me arrepentí. Me devolví por Nataniel y en el gimnasio Nataniel la fiesta era otra: los evangélicos estaban congregados en gran número. Llenaban el gimnasio, en una especie de recital de alabanza. En ese momento un grupo tropical cristiano lanzaba unos “viva jehová” al ritmo de las maracas, la conga y el bongó. Muchos autos llenaban nataniel hasta que la vista se perdía. ¿Estaban allí para oponerse a los gays? ¿libre competencia moral?. Me alejé del lugar, dándome cuenta que el otrora glorioso gimnasio nataniel también había tenido que recurrir a los evangélicos para financiarse.

Mas allá, en la plaza almagro la gente tenía otros afanes igualmente festivos, mas festivos incluso y mas masivos también: colo colo acababa de ganar el campeonato de apertura. Mucho bocinazo con gente que gritaba, hinchas con enormes banderas, hordas de sujetos con poleras blancas, etc. Traté de esquivar a los sujetos, eligiendo el camino más despejado posible.

Después me fui al café internet de Nataniel con Eyzaguirre. Allí también tenían su fiesta. Chateaban a mil por hora, niños, madres, padres estudiantes, todo era un bullir de teclados y risas contenidas.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

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