jueves, 23 de junio de 2011

Mutual de correos y telégrafos



Muchas veces uno se pierde por callejuelas y de pronto se nos aparecen sedes de lo más variopintas: sindicatos, iglesias evangélicas, clubes de amigos, centros deportivos, mutuales, etc. A mí me llaman la atención en especial las mutuales, sobre todo porque agrupan a seres de otra época. La que muestro en la foto es la mutual de jubilados de “correos y telégrafos”. Ser jubilado de correos y telégrafos es haber vivido, en particular, el tiempo de los telégrafos. Y eso es impresionante. Una época en que todo se hacía con paciencia. Nadie esperaba la instantaneidad de la tecnología actual. Me recuerdo que en el sur, llamar por teléfono era un “panorama”, un paseo familiar en que todos se subían a la carreta de bueyes para ir a “llamar por teléfono a la capital”. Quizá todavía es igual. El telégrafo debió ser “un panorama” para dos generaciones anteriores.


Me recuerdo enviando cartas a Santiago, las que se asumían (desde el principio) con un tiempo de respuesta de 3 meses. Porque la carta viajaba en tren y luego esa carta debía llegar a una central donde era procesada. Y luego de eso, entregada a su destinatario. No era raro que el destinatario se hubiese cambiado de casa y la carta quedase guardada en alguna bodega por meses. Y resulta que todo este pasado que cuento (que apenas evoco, en realidad) está acumulado en una “mutual” que queda en Nataniel con Copiapó, al lado del consultorio 1. El local lo he visto siempre cerrado. Quizá sería necesario que uno de estos días golpee la puerta.

martes, 14 de junio de 2011

Las manifestaciones del último tiempo

Lamentablemente me he perdido las protestas del último tiempo. La culpa es del trabajo. Excesivo. Es decir, no digamos que me las he perdido: me las he encontrado. En una oportunidad tuve que atravesar una fila de pacos instalada para detener marchantes, pero extrañamente dejaron pasar mi bicicleta cuando vieron como aumentaba mi velocidad y mi cara de locura.


En el sector son comunes las manifestaciones y muchas terminan o empiezan en plaza Almagro o Bulnes. El sector es abundante en rayados políticos, arte callejero con contenido político. Se ven hartos esténciles también, de los que alguna vez haré un resumen acabado. La foto muestra un stencil que se hizo después de una protesta contra hidroaysen. Yo creo que es más testimonial que real: las molotov están prohibidas y su tenencia se considera conducta terrorista. Según entiendo, no se ha visto ninguna desde hace años. De todas formas el efecto del dibujo se nota perfectamente logrado.

viernes, 10 de junio de 2011

La esquina de la muerte

La intersección de las calles Nataniel y 10 de julio (afuera del Toottus) se ha transformado en una esquina fatal. Todas las semanas hay algún accidente y, de hecho, en una semana me toco ver tres. Es decir, no solo ver los restos que dejaron, sino que verlos explícitamente, a eso de las seis de la tarde. La única contribución de la autoridad ha sido la construcción de un lomo de toro antes de la esquina de Nataniel con Eyzaguirre, por Nataniel. Los motivos: Transantiago y Tottus. Con los cambios en el transporte, el flujo por esa esquina aumentó sobremanera, debido a las micros que vienen por Santa Isabel. Todas micros del tipo “troncal”. Por otro lado, el Tottus ha aumentado los interesados en llegar a esa esquina. Eyzaguirre, que era una calle de tráfico escaso, se ha transformado en una cosa infernal a las 7 de la tarde. Los automovilistas, enloquecidos con el taco, no tienen respeto con nada y hay que estar muy atento para no ser atropellado.


Cuando digo accidentes, no me refiero a accidentes leves, a meros topones. La foto que adjunto muestra los estragos de uno que ocurrió a mediados de mayo: un jeep que venía por 10 de julio se pasó el rojo y el transantiago que venía por Nataniel le dio de lleno, desviándose hacia la vereda, impactando a altísima velocidad un poste, un grifo y un semáforo, para terminar incrustado en una casa que ha sido habilitada como venta de neumáticos. Todo esto en una noche neblinosa. La foto muestra los efectos. Al día siguiente se repuso el semáforo. Pero al fin de semana siguiente se repetía la escena. Un automóvil echó abajo el semáforo. Y así sucesivamente.

lunes, 6 de junio de 2011

Galería Sur

En el sector en que se ubica la “electrónica”, esto es en San Diego entre Coquimbo y Matta, hay una curiosa galería. Se llama Galería Sur y posee en su interior un sinnúmero de talleres de los más diversos tipos. Electrónica, transformadores, cargadores de celulares, reparaciones de televisores, de radios, de línea blanca, venta de Notebook usados, armado de computadores de escritorio, reparaciones de baterías. Incluso hay una tienda que repara cámaras de video profesionales. Un lujo. Esa galería posee un patio interior que alberga otros locales adicionales donde se puede ver acopios de chatarra diversa: tarjetas madre, ram antiguas, pantallas y monitores, etc. Hay también restaurantes visitados principalmente por los trabajadores del lugar, donde el completo es el rey y el chacarero un lujo asiático. La foto que adjunto es de una de las entradas al patio interior de la galería. Lamentablemente está sacada un día sábado, a una hora en que se hallaban cerrados los locales.

miércoles, 1 de junio de 2011

Las piedras de almagro


Las piedras de almagro, creo que ya lo comenté en otra crónica, originalmente serían parte de un grupo escultórico, el que incluiría el monumento a Pedro Aguirre Cerda con dos niños (el cual ya existe). Pero, según dicen todos los historiadores del tema, el municipio se quedó dinero y la obra quedó “inacabado”. Esto ultimo entrecomillas, porque parece que todo el mundo le ha tomado aprecio a esas formas rudas y desnudas que remiten de inmediato a aquellos monumentos prehistóricos que consistían simplemente en eso: rocas desnudas en alguna posición relacionada con la marcha del cosmos. Al paseante casual le hacen retrotraerse de inmediato a la más primitiva de las sensaciones.


De todas formas, quedó una prueba irrefutable que las piedras estaban destinadas a “grupo escultórico”: una de las piedras posee un pequeño rostro, aparentemente el rostro de Pedro Aguirre Cerda. Es fácil de encontrar y yo no voy a dar el dato. Como dice Lafourcade, “busquen solitos”. La foto es tan esclarecedora como tétrica.
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