jueves, 28 de octubre de 2010

Verdulería

Recuerdo el caso del vendedor de frutos secos, que tenía un local San Diego, casi llegando a Condor. Además de frutos secos vendía quesos y parece que le iba bastante bien, gracias a lo que podría calificarse como “simpatía sin igual”. Lo vi jactarse de sus aventuras sexuales. Yo por esa época, luego de finiquitar una larga relación, andaba como alma en pena. Por supuesto, su fanfarronería me afectaba. Con el tiempo lo vi decaer. No porque yo lo pidiera, evidentemente. El tipo era muy buen chato y cuando le compraba queso, siempre atendía con un chiste y, además, era muy generoso. Te echaba una yapa o te regalaba una bolsa de aceitunas, cosas así.

Vendía comida para gatos, además. Recuerdo muchos gatos, no sé si todos de él, comiendo de sus enormes sacos. Se notaba feliz de sus gatos, comentaba cosas como “esa de ahí anda preñá del colorin” o “ese no, pura pelea, por eso tiene el ojo malo”, etc.

Insisto con la decadencia, porque la decadencia del sujeto pareció tener un origen sexual, específicamente venéreo. La ultima vez que entré a su local estaba detrás del mostrador, apagado, gris y pareció no reconocerme. La cara la tenía llena de enormes granos. Estaba más flaco. Después lo vi saliendo de un café con piernas. Y de un día para otro, desapareció del sector. Es muy posible que esté muerto. Ahora su local es ocupado por una verdulería, con otros dueños. La foto que adjunto, de todas maneras tiene un gato en primer plano.

martes, 12 de octubre de 2010

Los cielos de San Diego


A veces es posible ver cielos magníficos en lugares tan inesperados como “la ciudad”, en su mismo centro, que es como en el centro de su locura. Allí, semi tapado por edificios es posible contemplar trozos enormes de cielo. Hay que estar atento. Hay que mirar hacia arriba a veces. Como esta foto que adjunto, tomada en las esquinas de Tarapacá con Zenteno, afuera del café con piernas “Venus”, y muy cerca del Normandíe.

viernes, 1 de octubre de 2010

Consultorio 1


En las intersecciones de Nataniel con Copiapó se encuentra el Consultorio 1. Es un lugar lúgubre. No recuerdo haber entrado. Pero al menos una vez a la semana paso por afuera de su puerta: vengo de vuelta de la cancha. Siempre hay carabineros cerca. Es un lugar al que van a caer los heridos del barrio, de los más diversos tipos. Es muy corriente ver jugosos durante el 18. Este 18 justamente me tocó ver a un tipo acuchillado, al que bajaban de un furgón. Afuera eran tres furgones y 4 patrullas. Supongo que los traían del parque O’higgins. La foto que adjunto muestra su aspecto.
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