Reitero. Mirar al cielo puede producirnos toda suerte de sorpresas. Lo recomiendo. Y la foto es una muestra, una especie de Van Gogh del barrio. Uno de los edificios es una extraña y enorme bodega que, parece, alberga mueblerías. Y el otro, ni más ni menos que el instituto nacional. Las minúsculas no son un error. Abajo, en esa esquina, una de las entradas del Mall Chino.
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